Es el secreto de una gran vida exitosa, son las mejores habilidades de la vida, que ser humano puede aprender y poner en práctica siempre, son las más exitosas lecciones aprendidas, sus grandes frutos serán la constante en todas sus acciones, gestiones y quehacer cotidiano.
Son el secreto más profundo guardado, más poderoso que la educación, la riqueza o un coeficiente altísimo, destrezas aprendidas, habilidades mejor estructuradas, van insertas en el inconsciente colectivo, de sus condiciones innatas de persistir en sus sueños y de mantener confianza absoluta de poder concretar con absoluta seguridad sus ideas, proyectos y ejecutorias.
La virtud radiante que se expresa cada día, le da una pulcra sonrisa, por ese equilibro emocional en las continuas determinaciones del acontecer cotidiano, se nota la prontitud, esmero y dedicación feliz, en avanzar por buen camino, en hacerse participe de grandes acontecimientos y valorar ese ímpetu, al mantener en control todos sus actuaciones, lleno de esa paz interior.
El devenir en su caminar es no encontrar obstáculos, superar bien las dificultades, soluciones no problemas, no afanarse por no encontrar el éxito ya, insistir, calcular inteligentemente su actuar, no desistir jamás de sus sueños, realidades y realizaciones. Permitirnos encontrar vivamente esos nuevos acontecimientos que nos dan vigor, salud, cultura y acomodamiento personal y familiar.
Hay tanto acontecer en la vida, hay tantos momentos para incursionar, hay tanto espacio para estar vigentes; en lo cultural, social, lo económico y buena salud; no decaer jamás, sobreponernos a las reacias circunstancias, a los mutis tas, a los adversos, a los impolutos, no dar el brazo a torcer, a la primera, segunda o tercera pared que se nos interponga, una cara feliz y adelante, que encontraremos el camino deseado a la vuelta de la esquina. Adelanta con finura y valor, que la vida y el éxito es para los que se saben imponer ante todos los obstáculos.