Es una aforisma universal, en época de grandes desafíos; es un deber ser, reordenar, la nueva arquitectura social.
Cuando asumimos un ordenamiento democratizado, no es de dejar hacer o dejar pasar; sino en un clima reordenado de creencias, que encausen el comportamiento de las personas y lo reafirmen con hechos y realizaciones.
El horizonte de nuestra mente debe poder ver más allá; nos conlleva a ampliar el conocimiento, para mejorar la eficacia organizacional, en todo el entramado social, político y económico.
Ante el desconocimiento de la realidad humana es imperativo categórico; fortalecer el sistema de valores, por ser el único camino y ruta, de solidas creencias que regirán el comportamiento humano.
Las normas, los derechos cívicos, las libertades democráticas y el desarrollo de la supervivencia del ser como dador de vida, en sociedades e igualitarias para todos; deben ser protagonistas del equilibrio social, para poder vivir dignamente, en todos los lugares de la geografía universal.
La comunicación debe ser libre sin mordazas y completa, la fortaleza estará en construir capital humano, capital intelectual; al forjar y estructurar líderes sociales, no mudos auto parlantes, ni altisonantes de burbujas toxicas.
Generar confianza en el consenso para resolver inmediatamente todos los problemas o conflictos y no a la coerción o arreglos formales.
Las acciones para influir libremente en los demás, se basa en la competencia idónea y conocimientos integrales y no a caprichos o fantasías de vanidad personal o al prurito del poder por poder.
Inducir y oriental en la fuerza emocional de corrección sintomática del quehacer en equipo comunitario, para desarrollar efectivamente lo que se debe hacer.
Mediar sobre el conflicto humano ante acciones contingentes, mediando entre organizaciones y el ser humano, ante premisa de ordenamientos racionales.
La democratización de todos los procesos, se convierten en necesidad fundamental; donde quiera que un sistema social, compita para la supervivencia de cambio generacional.
El cambio debe convertirse, en factor permanente de mejora continua y acelerarse progresivamente, para la nueva supervivencia humana. La premisa concluyente final, como el gran desafío de la gran paradoja económica social del nuevo capital humano intelectual, es la re adaptación de nuevas situaciones cambiantes; no más modelos normatizados escalares, cuadraturas orgánicas y viejas estructuras fijas.